PUNTOS QUE DIFERENCIAN A UN BUEN PINTOR
Escoger al pintor adecuado es lo que marca la diferencia a la hora del resultado final de la pintura. No es sencillo, si no se cuenta con referenciar o opiniones previas del trabajo de un pintor, conocer si se trata de un buen o un mal profesional. Para reconocerlo, de forma más sencillas, vamos a detallar algunas claves que nos permiten identificar rápidamente si se trata de un buen profesional.
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Dispone de una experiencia y cualificación suficiente. Como en todos los oficios, la profesionalidad lo dan los años de trabajo en un oficio y su especialización en el mismo. Si se trata de un pintor que trabaja de forma independiente, hay que pedirle por lo menos una experiencia de 2 años en trabajos concretos de pintura. Solo de esta forma podemos asegurarnos que el trabajo se realice de forma correcta independientemente de su complejidad o los problemas que puedan surgir durante el desarrollo del trabajo.
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Es capaz de dar un servicio de asesoramiento. Una de las formas más sencillas para detectar a un buen pintor, es por las recomendaciones, consejos y explicaciones que nos da previamente al desarrollo del trabajo de pintura. Los buenos pintores, gracias a su experiencia y especialización nos pueden dar consejos acertados y útiles de cómo realizar el trabajo en aspectos como el tipo de pintura, los colores o la forma en que realizar el trabajo de pintura.
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Utiliza en sus trabajos pinturas de calidad. La calidad de los materiales, es la clave para lograr un trabajo de calidad y con resultados óptimos. Se debe exigir conocer qué tipo de pintura se va a utilizar para tener una seguridad que el trabajo va a ser duradero en el tiempo y que las pinturas van a cumplir con los requisitos y estándares de calidad necesarios para un resultado final óptimo.
PUNTOS QUE DELATAN A UN MAL PINTOR
Es posible qué a primera vista, y con palabras todos los pintores se vendan como unos buenos profesionales, pero hay ciertos trucos que delatan a los pintores que no son especialistas en su trabajo o que lo realizan de una forma inadecuada, lo que tendrá como consecuencia un trabajo de baja calidad, defectuoso y que durará poco tiempo en buen estado. Alguno de los puntos para diferenciarlos los explicamos a continuación.
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Precios excesivamente baratos. En todos los trabajos de pintura, existen un coste fijo del servicio que no pueden abaratarse. Estamos hablando de coste de las pinturas, de los materiales empleados para su aplicación y para la preparación del inmueble. A esto hay que sumarle el coste de un profesional en este tipo de servicios. Si tenemos un presupuesto especialemente bajo que destaca entre la media, hay que desconfiar, ya que se suele deber a que falla en alguno de los puntores anteriormente descritos.
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Profesionales que se dedican a muchas cosas. Como suele decir el refrán el que mucho abarca poco aprieta. En general aquellas personas que se especializan en muchos trabajos, nunca pueden ser especialmente bueno en un trabajo. Lo mismo pasa en el oficio de pintor, que como todo trabajo requiere de experiencia y años de trabajo para poder dominarlo y sacar el mejor resultado en los trabajos de pintura. Desconfía de fontaneros, albañiles o carpinteros que también ofrece trabajos de pintura.
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Cobrar el 100% del trabajo antes de comenzar. Como en todas las profesiones, siempre hay gente que se quiere aprovechar y no dar un buen servicio. Por regla general, se debe pagar un porcentaje para poder empezar con el trabajo, pero nunca mayor al 50%. Además, es posible pagar al terminar el trabajo para asegurarnos un trabajo bien realizado y evitar problemas si tenemos pegas en el resultado final del trabajo.